Las historias de las certificaciones usualmente inician con la idea de un negocio de una o varias personas. Me encanta pensar en esto porque es parte de la maravilla de ser humano y de cómo algo que es intangible se convierte en algo real y comprobable. Es muy visible cuando me toca conocer a los dueños de las pequeñas y medianas empresas. Me ha tocado ser consultor también en corporativos grandes y lo bonito de ellas es reconocer cómo la idea de alguien hace mucho tiempo ha persistido y se sigue enriqueciendo con el tiempo y el paso de tantas personas talentosas.
Los esquemas de certificación son la evolución del pensamiento humano a través del tiempo y es por ello que no es lo mismo haberse certificado en ISO 9001 en 1987 que ahora en su más reciente versión de 2015. ¿Por qué? Al igual que la tecnología, el conocimiento y la experiencia de quienes emiten los esquemas para certificación van agregando a los mismos.
Ahora ya hay estándares para diversas industrias, de servicio, de fabricación, tecnología, seguridad y más. Entre los más populares están: - ISO 9001 para los Sistemas de Gestión de la Calidad.
- ISO 14001 para los Sistemas de Gestión Ambiental.
- ISO 21001 para los Sistemas de Gestión para Organizaciones Educativas.
- ISO 22000 para los Sistemas de Gestión de Inocuidad.
- ISO 27001 para los Sistemas de Gestión de Seguridad de la Información.
Ahora bien, los esquemas de ISO pueden ser los más populares, pero en distintas industrias hay muchos otros esquemas certificables o acreditables. Dicho esto, podemos pensar en la diversidad de certificaciones que existen.
Entonces, ¿Cómo saber cuál escoger? Hay muchas variables para decidir que luego abordaré en otro texto, pero primero que nada hay que regresar a la idea original del negocio y reflexionar con conciencia acerca del propósito del mismo y hacia dónde se quiere llegar, ya que a fin de cuentas, una certificación es una herramienta o un paso previo a un destino predeterminado.
Sin embargo, cabe aclarar que como bien define la Real Academia Española en su sitio de internet, la certificación es un “documento en que se asegura la verdad de un hecho” y esta verdad debe estar respaldada por la cultura de la organización. Crear esta cultura a conciencia es el verdadero reto. Ideas to Certifications: The Ever-evolving Business Journey.Certification stories usually begin with the idea of one, a couple, or more individuals. I love to think about this because it's part of the wonder of being a human being, and the way something non-tangible becomes something real and verifiable. It's especially visible when I get to know the owners of small and medium-sized companies. I've also been a consultant in big corporations, and the beauty of it is to recognize the evolution of someone's idea and the way it has persisted and been polished with time and the multiple talented people that have added to it.
Certification schemes are the evolution of human thought through time, and that's why it's not the same to have been certified in ISO 9001 in 1987 than now in its most recent version of 2015. Why? Just as technology, knowledge, and the experience of those who build certification schemes keep adding to them. There are now schemes for a wide range of industries: service, manufacturing, technology, security, and more. Among the most popular are: - ISO 9001 for Quality Management Systems.
- ISO 14001 for Environmental Management Systems.
- ISO 21001 for Management Systems for Educational Organizations.
- ISO 22000 for Food Safety Management Systems.
- ISO 27001 for Information Security Management Systems.
Although ISO schemes may be the most popular, there are many more for all different kinds of industries with which a company can be certified or accredited. That said, we can imagine all the diversity of certifications that exist.
Then how to choose one? There are several variables to consider in making that decision, which I will write about in another text. What needs to be done first is to go back to the original idea of the business and consciously reflect on its purpose and where you want to get to, because in the end, certification is a tool or a previous step before a predetermined destination.
Nonetheless, we must emphasize that, as the Merriam-Webster Dictionary states, to be certified means "to attest as being true or as represented or as meeting a standard," and this truthfulness must be backed up by the organization's culture. Consciously creating this culture is the real challenge. |